domingo, 22 de febrero de 2009

Educación para un consumo responsable

Hablar de consumo responsable conlleva plantear el hiperconsumismo de los paises desarrollados, el cambio climático, la muerte de personas...
Y supongo que todos sabemos la gravedad de este asunto, pero nunca nadie quiere hacer nada, giramos la cabeza cuando escuchamos algo sobre este tema o incluso cambiamos de canal si dicen algo en las noticias; pero eso es tan solo esconderse de la realidad y ya es hora de asumir que estamos acabando con la tierra, por duro que parezca. La que nos da todo, la vida, el alimento, el hogar y nosotros destruyéndola... hasta un niño de cinco años comprendería que eso está mal.
No podemos echarnos la culpa de todo, no sería justo, las generaciones que nos han precedido observaron que demasiados factores iban agravando el cambio climático, como poco a poco los polos se iban derritiendo, olas gigantescas afectan a lugares insospechados dejando desolación y muerte. Pero nosotros también estamos dejando pasar nuestra vida sin hacer nada, pensando:" Aún estamos a tiempo". ¡Pero no! ahora es el momento de hacer algo, ahora es cuando debemos ayudar, pensar en los demás.
Y aún así, no somos capaces de tener tres cubos en casa para reciclar (o tres bolsas, que ocupan poco espacio), no queremos apagar la luz y levantar las persianas, ni tampoco gastar menos agua, consumir menos... porque el 15% de la población mundial que vivimos en los paises desarrollados somos responsables del 56% del consumo total del mundo, da que pensar ¿No crees?
Nosotros, los supuestos paises desarrollados, estamos gastando nuestros propios recursos y no sólo eso, sino tambien los de los demás, ¿Quién no ha pensado en tener hijos? ¿Ésto es lo que les vamos a dejar? Desolación, menos costas, un agujero gigantesco en la capa de ozono y demasiados gases con efecto invernadero.
Me parece que no, que yo no voy a hacer eso, y sé que una persona es poco y que no puedo cambiar el mundo, pero será divertido intentarlo, y concienciar a amigos y familiares cada vez que tiren plástico al suelo, o cada vez que compren por comprar; intentaré hacerlos recapacitar, porque para cambiar el pensamiento de toda una población hay que empezar por uno mismo y, seguro que alguién te seguirá.

No sólo quiero quejarme, es lo que todo el mundo hace, se queja porque es lo "normal", porque sabe y ha asumido que algo va mal. Así que quiero dejar algunas de mis propuestas:

Para comenzar, el lugar donde más tiempo pasamos los jóvenes es en los centros educativos y a parte de nuestros padres, considero que los profesores son una base fundamental de nuestra educación, sobre todo respecto a estos temas.
El mejor lugar para concienciar a los alumnos es un aula, por ejemplo en las horas de tutoría en las que como todos sabemos, en la mayoría de los centros educativos se desperdicia el tiempo, una valiosa hora de la educación de los jóvenes... ¿Por qué no plantear actividades dirigidas al medio ambiente, a un consumo responsable? Porque el hecho de qué un profesor entre a clase y diga que apaguemos las luces sin explicarnos nada, no va a lograr que nosotros mismos las apaguemos, sin embargo, si te sientas y explicas que nos estamos quedando sin hogar, que tarde o temprano todo lo que mas queremos desaparecerá y que podemos ayudar a cambiar todo eso, créeme que más de un niño o niña reaccionará.


Una segunda solución que me gustaría proponer es que, ante todo, hay que educar a los padres sobre este tema, porque esta muy bien educar a los niños en el colegio o el instituto, pero cuando llegas a casa todo eso se olvida y se necesita de alguien que lo recuerde; ya dije antes que la base de nuestra educación está en casa y en los centros educativos y debemos cuidar esa educación.
Todos podemos echar la culpa de la manera de ser o actuar de un niño a sus padres, a la educación que éstos no le dieron, pero alguien tendrá la culpa de que esos padres no sepan educar,ya que primero tienen que aprender ellos, para después, enseñar.
No sería mala idea dar charlas a los padres donde no puedan girar la cara o cambiar de canal.
Donde todos, poco a poco, logremos cambiar.

El resto de soluciones casi todo el mundo las conoce, hay miles de anuncios que intentan concienciar, miles de alimentos con etiquetas que indican su reciclaje, hay muchisimos contenedores amarillos, azules y verdes por nuestras ciudades, ahora sólo nos queda utilizarlos.
Sólo nos queda comprar lo necesario, sólo nos queda concienciarnos y actuar.
Sólo quiero recordar las palabras de un gran filósofo, Platón, que dijo: "Somos lo que vemos".

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